¿ES POSIBLE QUE UN PERRO CON LEISHMANIA PUEDA CURARSE DE LA ENFERMEDAD?
Después del tratamiento de la Leishmania hay muchos perros que llegan a combatir la enfermedad y pueden convivir con ella sin ningún problema. Aunque se trata de una enfermedad crónica y es casi imposible una curación total, hay muchos pacientes que pasan a un estado inmunitario idóneo para que el parásito no esté provocando ningún síntoma clínico de la enfermedad. Esto es posible porque se activa una parte del sistema inmunitario que es capaz de anular la reproduccion de la leishmania en el interior de las células y no produce anticuerpos. Es una respuesta inmunitaria Th1.
La forma en que los perros enfermos de leishmania se convierten en Th1 es con una vida sana y saludable para ellos, una buena alimentación, ejercicio diario y buenas condiciones higiénicas. Existen fármacos que ayudan a pasar a esta fase inmunitaria y en la mayoría de los casos son muy eficaces.
Popi es uno de nuestros pacientes cuya historia viene muy bien para ilustraros lo que os estamos intentando explicar. Apareció en nuestra clínica hace tres años. Era un cachorro de menos de un año que se encontró una señora abandonado en la calle. Tenía leishmania, concretamente leishmaniosis cutánea con falta de pelo alrededor de los ojitos, uveitis y empezaba a tener signos de leishmaniosis visceral en la analítica con anemia y encimas hepáticas aumentadas entre otros.
Le pusimos tratamiento y estuvo viviendo con nosotras en la clínica durante dos años mejorando muy poco a poco de su enfermedad, aunque no acababa de estar del todo bien.
Lo adoptaron hace 2 años y para él fue su gran oportunidad. Está compartiendo su familia con otra perrita y en pocos meses comenzó a tener una mejoría espectacular. Fuimos disminuyendo el tratamiento y sus analíticas hoy en día son las de un perro sano. Su aspecto, brío y energía también. Con su familia (Miguel, Ana y Maya), Popi encontró la estabilidad y los cuidados que necesitaba y actualmente es un perro con leishmania pero "sano" como podéis ver en las fotos. Ha puesto peso, su piel y pelo es negro brillante, no tiene calvas alreddeor de los ojos y no hay rastro de la leishmania aparentemente.
Tenemos muchos casos más como el de Popi, aunque también hay otros que no han podido recuperarse y lamentablemente ya no están con nosotros.
Por eso hacemos tanto hincapié en la prevención y la detección precoz de esta enfermedad, porque si se diagnostica y se pone tratamiento a tiempo la respuesta suele ser muy positiva.
Después del tratamiento de la Leishmania hay muchos perros que llegan a combatir la enfermedad y pueden convivir con ella sin ningún problema. Aunque se trata de una enfermedad crónica y es casi imposible una curación total, hay muchos pacientes que pasan a un estado inmunitario idóneo para que el parásito no esté provocando ningún síntoma clínico de la enfermedad. Esto es posible porque se activa una parte del sistema inmunitario que es capaz de anular la reproduccion de la leishmania en el interior de las células y no produce anticuerpos. Es una respuesta inmunitaria Th1.
La forma en que los perros enfermos de leishmania se convierten en Th1 es con una vida sana y saludable para ellos, una buena alimentación, ejercicio diario y buenas condiciones higiénicas. Existen fármacos que ayudan a pasar a esta fase inmunitaria y en la mayoría de los casos son muy eficaces.
Popi es uno de nuestros pacientes cuya historia viene muy bien para ilustraros lo que os estamos intentando explicar. Apareció en nuestra clínica hace tres años. Era un cachorro de menos de un año que se encontró una señora abandonado en la calle. Tenía leishmania, concretamente leishmaniosis cutánea con falta de pelo alrededor de los ojitos, uveitis y empezaba a tener signos de leishmaniosis visceral en la analítica con anemia y encimas hepáticas aumentadas entre otros.
Le pusimos tratamiento y estuvo viviendo con nosotras en la clínica durante dos años mejorando muy poco a poco de su enfermedad, aunque no acababa de estar del todo bien.
Lo adoptaron hace 2 años y para él fue su gran oportunidad. Está compartiendo su familia con otra perrita y en pocos meses comenzó a tener una mejoría espectacular. Fuimos disminuyendo el tratamiento y sus analíticas hoy en día son las de un perro sano. Su aspecto, brío y energía también. Con su familia (Miguel, Ana y Maya), Popi encontró la estabilidad y los cuidados que necesitaba y actualmente es un perro con leishmania pero "sano" como podéis ver en las fotos. Ha puesto peso, su piel y pelo es negro brillante, no tiene calvas alreddeor de los ojos y no hay rastro de la leishmania aparentemente.
Por eso hacemos tanto hincapié en la prevención y la detección precoz de esta enfermedad, porque si se diagnostica y se pone tratamiento a tiempo la respuesta suele ser muy positiva.
Emocionante, muy emotivo. Te queremos POPEYE.
ResponderEliminar